A mi hermana

Hablaba sola ¿Lo recuerdas?... Estabas por ahí?... no me respondías... Por cinco años hablé sola... Está bien, es mentira... hablé contigo, pero no contestabas. Esperaba una respuesta y no conseguía niguna, tan solo te miraba... un punto fijo... ahí estabas. Pretendía que lo hacías y te contaba sobre lo que me había sucedido ése día. No te acuerdas de mi no?, yo tampoco recuerdo mucho tu voz en esa época, pero recuerdo tu presencia, tus ojos que me exigían una verdad. Una verdad de la que no sabía, una verdad que no existía pero tú la intuías. Después de todo ello naciste, y me miraste con la misma mirada con la que me habías visto los años anteriores.

¿Sigues teniendo esos ojos verdad? Negros, perfectos, pero ya no incisivos, ahora son excesivos, ahora manipulan, me manipulan y le dictan al resto. Ahora ya no se trata de una verdad, se trata de lo real, lo real eres tú. Lo real soy yo, extraño tus silencios pero muero si no respondes, extraño contarte mis ideales pero odio cuando lo hago.

Eres perfecta, suave, áspera, desesperada, callada, y sobre expuesta, eres perfectamente imperfecta, eso eres: mi perfección.